Dos Minutos: La hoguera de funcionarios
"Estar en la piel de un funcionario no es un privilegio, es una carga enorme"
Actualizado: 20 de Agosto, 2025, 07:46 PM
Publicado: 20 de Agosto, 2025, 07:31 PM
Víctor Bautista
En la República Dominicana hoy día ser funcionario público es casi un acto de valentía, no porque falte preparación o voluntad de servicio, sino porque el escrutinio de las redes sociales se ha convertido en una hoguera constante.
Ese escrutinio en principio debería ser un aporte formidable a la transparencia, pero lamentablemente ha terminado siendo una distorsión por parte de entes retorcidos, personas y grupos que viven del chantaje, que convierte la denuncia en negocio y que se proyectan como instancias de poder formidable con la que hay que negociar para no ser triturados en la plaza digital.
Estar en la piel de un funcionario no es un privilegio, es una carga enorme. Manejar un presupuesto público es como repartir un pastel que todos quieren probar, expresado en canonías, en prevendas, en pitanzas.
Los que sufren
Desde un contrato irregular hasta una colocación publicitaria, todo parece negociable para quienes se creen con derecho a presionar. Mientras tanto, la familia de los funcionarios sufre, esposas, esposos, hijos, padres, que deben escuchar insultos, acusaciones y ataques personales todos los días.
Una sociedad no puede normalizar que la crítica legítima se convierta en linchamiento. Los antiéticos merecen repudio, investigación y sanción, pero no puede ser que quienes actúan con probabilidad sean arrogados a la misma hoguera, víctimas de un sistema de denuncias descontroladas y muchas veces malintencionadas.
Si no ponemos límites el costo será altísimo. Los buenos profesionales obviarán entrar al Estado porque nadie querrá exponer a su familia al sufrimiento y a la difamación, y cuando esto ocurra, el país perderá a los mejores.
Regular
La valentía de servir no puede convertirse en un suicidio reputacional. Hay que regular y regular no es callar.
- Regular es proteger la democracia, la transparencia y la decencia.
